GIOVANNI BOCCACCIO 

     Nació, al parecer, en Florencia, en 1313. Hijo de madre desconocida, fue adoptado por un próspero mercader llamado Boccaccino de Chelino.   La posición de su padre le permitió viajar por varios países y tener una sólida formación intelectual. Pero Boccaccio no parece demasiado interesado ni en el mundo mercantil ni en la búsqueda de una profesión lucrativa, tal como era el deseo de su progenitor. En Nápoles se dedica al aprendizaje del arte literario y a disfrutar de la sociedad cortesana. Allí nace su amor por Fiammetta, quien inspirará gran parte de sus obras escritas en lengua vulgar. A diferencia de la Beatriz de Dante o la Laura de Petrarca, Fiammetta (“Llamita”) se presenta como una amada menos idealizada y más humana y real. A la muerte de su padre, Boccaccio, instalado en Florencia, se encarga de los negocios familiares, ya muy quebrantados. Hacia el año 1360, el escritor pierde a su hija Violante (niña de cinco años y última superviviente de los cinco hijos ilegítimos que tuvo de una mujer de la que no se tiene noticias). En los últimos años de su vida sufrió una fuerte crisis religiosa que le llevó a plantearse el hacerse monje y a quemar sus obras profanas, aunque no lo llegó a hacer. Vivió retirado en un pueblo cercano a Florencia donde se dedicó por enteró a su obra. Muere en 1375 (poco después del fallecimiento de Petrarca, que le había legado en su testamento un chaquetón para que se abrigase en las largas veladas estudiosas).

 

  • Obras en lengua vulgar: 

     Además de escribir varios tratados en latín, Boccaccio fue autor de una amplia producción escrita en lengua vulgar, tanto en prosa como en verso. En verso escribió las Rimas, de temática amorosa. La más importante de las obras en prosa es, sin duda, el Decamerón. Escribió también:

-          Elegía de madona Fiammeta (h.1343), donde narra una historia amorosa invirtiendo los papeles y haciendo que la joven exprese su dolor tras ser abandonada por su amado, Pánfilo.

-          El Corbacho (h. 1355), es una sátira antifemenina, que se inserta en la tradición misógina. Aquí, tras un desengaño amoroso, fustiga duramente los vicios y tretas femeninas.    

 

     Tanto su obra como su personalidad reflejan claramente el momento de transición: por una parte es un hombre del Renacimiento, seguro de sí mismo, culto, burgués, con inquietudes intelectuales; pero por otra parte, refleja aún la mentalidad medieval, ya que alterna los períodos de goce mundano con otros de profunda religiosidad.

    

 

  •  EL DECAMERÓN (escrito entre 1348 y 1351).

 

     Con esta obra, Boccaccio se convierte en el creador del relato novelesco en prosa. El Decamerón( que en griego significa “diez días”)es una recopilación de cien cuentos insertos dentro de una historia – marco: diez jóvenes(siete damas y tres caballeros) se refugian de la peste en una villa de los alrededores de Florencia. Allí, durante diez días(jornadas), cada uno contará un cuento con la intención de escapar de los tristes pensamientos que les afectan. Los narradores aparecen idealizados(son elegantes, cultos y refinados) en un ambiente de refinamiento y armonía que contrasta, tanto con el momento social de la época (Peste Negra, corrupción de las costumbres, crisis) como con muchos de los cuentos, a veces tumultuosos, grotescos o indecentes.

     El Decamerón se inspira en la extensa tradición del relato árabe medieval (Las mil y una noches), en la tradición latina (El asno de oro de Apuleyo),en los fabliaux franceses y en el relato moralizante medieval (Calila e Dimna y El Sendebar). ( El marco argumental de Las mil y una noches es el siguiente: El rey Schahriar, ofendido por la infidelidad de su esposa, decide vengarse castigando a todas las mujeres. Ordena que cada noche le entreguen una doncella, a la que manda matar a la mañana siguiente. Cuando Schehrezade es llevada ante él, logra despertar su interés contándole un cuento que interrumpe al amanecer, por lo que él decide aplazar su ejecución. Pero a la noche siguiente la joven enlaza con este cuento otro, que también deja a medio contar; y así sucesivamente. Pasados tres años, la joven ya no tiene más cuentos que contar y espera la muerte. Pero el rey la perdona y la convierte en su esposa favorita. Los relatos de Las mil y una noche se fueron añadiendo desde el siglo IX de forma oral, pero no se pusieron por escrito hasta el siglo XV. Por su parte, El asno de oro (siglo II) es una novela que cuenta las peripecias del joven Lucio, transformado en asno por una maga a la que había estado espiando. Aunque pierde su forma humana, no ocurre lo mismo con su capacidad de raciocinio, lo cual le permite trazar una amarga y divertida sátira de la sociedad de su tiempo. En El asno de oro se insertan relatos y cuentos populares con la finalidad de criticar los vicios humanos).

   Boccaccio recoge este variado y rico material y lo adapta a su tiempo, ya que sitúa las historias en lugares de Europa conocidos por los lectores, y dota a los personajes de nombres y apellidos fácilmente identificables (a veces, aparecen nombres de amigos suyos).

     El Decamerón se organiza en torno a la siguiente estructura narrativa:

· Dedicatoria a las lectoras, pues parece que se dirige preferentemente a un público femenino, con la intención de servir de consuelo a los estados de melancolía y tristeza de las mujeres que sufren penas de amor.

· Prólogo: se ofrece un pavoroso y macabro cuadro de la Peste Negra de 1348 en Florencia. Se narra asimismo cómo siete muchachas deciden retirarse al campo para huir de la peste y de las degradadas costumbres de la ciudad. A ellas se unen tres jóvenes. El palacio campestre aparece descrito en el entorno de un “locus amoenus”, un paisaje bucólico ideal que contrasta con la descripción de la ciudad. Allí, para pasar animadamente los días, deciden contar cada día un cuento cada uno.

· Cuentos: Se organizan en diez jornadas, en cada una de las cuales es nombrado rey o reina uno de los reunidos en el palacio. El rey o reina propone un tema general y se relatan diez historias que tengan como nexo común ese tema. La mayoría de estas historias reflejan el mundo de la burguesía de finales de la Edad Media al que perteneció el autor. Los temas son muy variados; el más habitual es el amoroso, en todas sus vertientes: desde tragedias de amor y muerte, pasando por el adulterio, el deseo erótico, la imprudencia de casarse un hombre viejo con una mujer joven, etc. También hay cuentos de carácter caballeresco, de aventuras y viajes, otros de marcado tono anticlerical, etc. Estos cuentos constituyen un canto al amor, al goce de la vida, al margen de las leyes sociales y de las hipocresías religiosas.

· Conclusión: se defiende de que lo narrado pueda ser considerado nocivo. Argumenta que cada cosa en sí misma es buena para algo, pero mal usada puede ser nociva para muchas.

 

     El Decamerón tuvo un éxito enorme entre la burguesía emergente del Trecento. Se trata de una obra dirigida conscientemente y sin prejuicios al vulgo, al pueblo llano. Su intención es la de hacer reír, entretener. A pesar de esta intención, y a diferencia de los fabliaux, el estilo es muy cuidado y refinado, de gran belleza y musicalidad verbal. Sin embargo, apenas encontró eco en los medios humanistas entre los que su autor figuraba como máximo representante. Hoy en día se considera la primera obra maestra de la prosa europea moderna.